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Joaco Cáceres, el joven entrerriano que corre con el corazón: “Después de tanta mala suerte, esto te vuelve a dar ganas de vivir”

Joaco Cáceres tiene 16 años, es de Concepción del Uruguay, Entre Ríos, y desde los 6 años su vida gira en torno a una moto.

Por Franco Lizarzuay, especial para Minuto Entre Ríos 

Hoy compite en el Certamen Argentino de Motociclismo (CAM), en la categoría 110 Menor, y no solo es uno de los más jóvenes del campeonato, sino también uno de los protagonistas: marcha primero en el campeonato, con podios y una victoria que le cambió la vida. 

Su historia no tiene glamour ni entrenamiento en grandes pistas. En Entre Ríos no hay circuitos habilitados, así que Joaco y su equipo van directamente a cada carrera. No hay tiempo para ensayos.  

“Antes de subirme entro un poco en calor y reviso que esté todo ok. Por un lado, es una desventaja… el cuerpo a veces queda un mes quieto hasta la próxima carrera, mientras que otros rivales sí tienen donde entrenar”, cuenta con la sinceridad de quien sabe que lo suyo es a pulmón. 

Sin embargo, la falta de recursos no le impide brillar. La última fecha en Ramona, Santa Fe, fue un antes y un después. Consiguió su primera victoria nacional y eso lo puso puntero en el campeonato argentino. Pero más allá de lo deportivo, lo que se rompió fue algo más profundo: 

“Yo creo que ese fin de semana me marcó algo muy importante. Después de tanta mala suerte y cosas que escapan de uno mismo… esto te vuelve a dar ganas de vivir”, dice, y la frase resume años de esfuerzo, viajes, frustraciones, caídas y pasión inquebrantable. 

Joaco corre con el Carrivale Team, acompañado por SKR Suspensiones, que lo ayudan con la puesta a punto de su moto. “Son motores 110, la mayoría Honda, con preparación libre” con motorización de Hernán Florenza, explica con la naturalidad de quien creció entre motores. Porque sí, su primera moto la armó su papá junto a los vecinos Jorge y Horacio, en el patio de casa. La primera carrera fue en Urdinarrain, y todavía se ríe al recordar que su amigo Franco Fernández, que le estaba enseñando, se cayó a medio kilómetro por hora. 

A pesar del sacrificio y las horas de ruta, su familia lo acompaña en cada fecha. “Sin ellos no podría hacer nada”, reconoce. También admite que el estudio a veces se complica, por los horarios y los kilómetros que demanda el deporte. Pero Joaco sabe que esto es lo que quiere. “Mi objetivo es ser campeón argentino. Y si se presenta algo internacional… sería un sueño”, dice con los pies en la tierra, pero el alma acelerada. 

Cuando le preguntan por referentes, no se queda con nadie del ámbito local. Le brillan los ojos al mencionar a Valentino Rossi, uno de los grandes del MotoGP. Pero no busca parecerse a nadie: quiere escribir su propio camino. 

Y si algún chico lo mira correr con admiración, Joaco no duda: “Le diría que no se va a arrepentir. Es un ambiente hermoso y el deporte en sí no se puede describir”. 

Este fin de semana, mientras muchos descansan, él volverá a correr en San Carlos Sud, Santa Fe, con ese fuego que no se apaga y que, después de cada bandera a cuadros, le recuerda por qué hace lo que hace.

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