Por Franco Lizarzuay, especial para Minuto Entre Ríos  

El problema, que comenzó a observarse con mayor frecuencia en los últimos años, se ha intensificado en zonas ribereñas, especialmente en el departamento Concordia.

El “Mal del río” se caracteriza por una alarmante ausencia de larvas en las cámaras de cría, lo que genera un despoblamiento acelerado de las colmenas. Aunque las abejas adultas siguen trabajando y recolectando miel, las nuevas generaciones no logran desarrollarse, lo que provoca el colapso de la colonia en cuestión de semanas.

Según especialistas del Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (INTA), una de las principales hipótesis apunta a un insecto conocido como Epormenis cestri, una chicharra que se alimenta de árboles nativos como los sarandíes. Este insecto excreta una sustancia azucarada -llamada mielato- que las abejas recolectan sin saber que contiene compuestos tóxicos. Al ser incorporados en la dieta de las larvas de un día, estos compuestos provocan su muerte.

“Es una problemática compleja, que se presenta exclusivamente en áreas cercanas a cursos de agua y en determinadas épocas del año, particularmente entre noviembre y febrero”, explicaron desde INTA Concordia, donde se llevan adelante los estudios de laboratorio en colaboración con técnicos de Uruguay.

Frente a este panorama, desde INTA y el Servicio Nacional de Sanidad y Calidad Agroalimentaria (Senasa) se lanzó un programa de monitoreo y una campaña de capacitación para los apicultores. Además, se puso a disposición una herramienta digital -la app Alertas Senasa- que permite reportar casos sospechosos incluso sin conexión a internet.

La apicultura representa un pilar importante de la economía rural en Entre Ríos. Por ello, el avance de este virus no sólo preocupa desde el punto de vista productivo, sino también ecológico, dado el rol fundamental que cumplen las abejas en la polinización.

Las autoridades recomiendan a los apicultores revisar periódicamente las colmenas, especialmente durante los meses críticos, y reportar cualquier anormalidad para fortalecer la detección temprana y la respuesta sanitaria.