Por Franco Lizarzuay, especial Minuto

El relevamiento fue realizado sobre 2.018 kilómetros de rutas nacionales en la provincia, lo que representa apenas el 31,3 por ciento del total de la red. De ese total, solo el 26,3 por ciento está en buen estado, mientras que un 29,7 por ciento se encuentra en estado regular. Lo más preocupante: un 43,9 por ciento de los tramos relevados presenta un estado deficiente.

Este panorama indica que casi tres de cada cuatro kilómetros relevados tienen algún grado de deterioro. Y la situación podría ser aún más grave si se incluyera la totalidad de la red vial entrerriana.

El informe no contempla el estado de los caminos rurales, fundamentales para la producción agropecuaria, la conectividad de pueblos del interior y la movilidad de miles de entrerrianos. En muchos casos, estas vías se tornan intransitables durante los períodos de lluvia, lo que afecta directamente a productores, docentes, personal de salud y familias que dependen de estos caminos para sus actividades cotidianas.

La problemática vial también tiene consecuencias humanas: los siniestros de tránsito continúan siendo una tragedia diaria. A nivel nacional, se estima que 10 personas mueren por día en accidentes viales, y muchas de estas muertes están relacionadas con el mal estado de las rutas.

Los datos plantean interrogantes necesarios: ¿existe una planificación integral para revertir este escenario? ¿Qué inversiones se proyectan para mejorar la seguridad vial en el mediano y largo plazo? ¿Dónde queda la infraestructura en la lista de prioridades del gobierno?

La situación de las rutas en Entre Ríos requiere respuestas concretas y sostenidas. Mientras tanto, la realidad avanza por caminos deteriorados que miles de entrerrianos transitan a diario.